miércoles, 8 de febrero de 2023

26 VIAJEROS DE LA ETERNIDAD: Transmisión 2

 


Un trillón de trillones de años después…

 Sospechado de las demoras de Thalos empecé a bucear en el Thecnetos. Grabado entre los mecanismos había una urgencia, una impaciencia, un ser humano hecho solo de palabras estaba encerrado en algún lado del Thecnetos y ansiaba decir algo. Creí debía ser el Emisario, pero me equivocaba. El Thecnetos tenía grabado todo el minucioso pasado y podía inferir el futuro, no en líneas generales, sino minuciosamente y con precisión asombrosa, cada segundo del porvenir en cada lugar del cosmos era conocido y estaba registrado en el Thecnetos, cada detalle, tunc autem cognoscam sicut et cognitus sum,[1] pensé, este era un dios omnisciente, pero extrañamente, la máquina no lograba ver de más allá de unos días. Ahí lo supe, mi presente no tenía futuro, supe ahí que el tiempo se esfumaba, solo podría ver el pasado pues delante ya no había nada. El Thecnetos y el último planeta desparecerían pronto. Así el Thecnetos me dejó hundirme en el abismo que es el pasado, abismo que está debajo de nuestros pies, y en el que es fácil caer, no vi solo el mío, sino también el tuyo y de numerosos otros personajes que desconocía, pero que eran imprescindibles para que mi presente sea como es, así supe de eracom y no pude distinguirlo bien, solo que eran una vieja copia del Thaumasios y de Ele, indudablemente una copia mía nacida trillones de años antes, en ese planeta natural llamado Thierra...

—Quien dice que son 2 hombres distintos, son uno —dijo Thalos apareciendo de repente.

Volví a mirar al pasado con lo que dijo Thalos, asombrasamente todo se hacía más claro. 

—Algo más, tus recuerdos no son solo los de L, sino también los de eracom, tómalos.

… y supe de Eme, bello y perverso, y vi el amor dentro de Ayazx, de Padre, de Madre, de Anthonio y de Milo. Y supe de n, aunque poco pude entenderlo, pero me angustió su destino. Y aún vi más lejos, un lugar remoto llamado Thierra, y en él un raro personaje que no sabía si era yo o era Herakón[2].

—Fuiste ambos en una vida pasada —susurró Thalos, pero no lo vi, parecía otra vez hablar dentro de mí.

Sumergido en las múltiples y confusas entrañas del pasado me extraviaba, debía concentrarme solo en buscar a M, con dificultad logré vislumbrarlo entre todos esos espejismos que me hablaban y reclamaban atención. El Thecnetos me dejó recordar como éramos hace trillones de años. Mi cerebro recordaba algo el pasado en Amil-Urep pero con los siglos se habían borroneado mis recuerdos que solo son sensaciones diluidas y las imágenes ya habían sido sustituidas por rígidas abstracciones. Me urgía sentirlo y el Thecnetos me lo permitió. Así me remontó al día que nos separamos, pero no solo me permitió recordar lo que yo ya recordaba sino más, vi algo que no pude en ese momento aceptar.

Vi a M vivo. Y vi como su nave no se perdía después de enviar el último mensaje. Vi algo como una traición a la humanidad y vi a esa tripulación salir del universo. Salvarse. Dejarnos. Ese pasado no era el que yo recordaba. Este era el verdadero pasado completo que yo solo sospechaba, acaso el pasado es tan móvil y múltiple como el futuro —pensé para negarlo—, no solo el destino se ramifica sino también el pasado ¿o no? ¿Que era todo eso y quienes esos personajes?

El recuerdo, único e indivisible que mostró el Thecnetos me trastornó, haciéndome dudar de la misión que me trajo a este futuro, aquí lo que vi:

 

Millones de años antes:

 

Jkjnlkmcvl,cñ….de.3d.e...de…d.e.d.e.d.wd…….

 

“Técnicos de la estación de investigaciones en el planeta Amil-Urep, les transmite el informe el tripulante M. La misión encomendada a nuestro regimiento ha sido un éxito y hemos logrado volver del viaje fuera del universo.”

jnktg….dede….de.

a. -Por o-i-d-e-m  de la presente experiencia se comprobó la existencia de otro universo, tal como se planteaba en las teorías LAE-MVV de meta-filosofía del técnico L.

b. - Se comprobó la de la tecnología meta-dimensional de des.colapsamiento de la función de onda.

c. — Se logró el viaje de vuelta en el mismo tiempo, aunque no en el mismo lugar. Hemos caído en un lugar muy lejano a Amil-Urep y a los sistemas dominados por la . Se trata de un lugar completamente despoblado.

…Tenemos reservas para tan solo algunos días. Aunque no sea posible nuestra supervivencia ni poder reunirnos de nuevo con la civilización, nos complace haber podido cumplir nuestra misión y realizar con éxito el experimento al que dedicamos nuestras vidas. Podemos decir que nuestra misión ha sido llevada a… (Ininteligible).

 “f. - Lamentablemente no encontramos sistemas cósmicos aptos para la vida humana prosiguió M—. Hemos sufrido muchas penurias para sobrevivir en condiciones tan radicalmente diferentes a las que existen en nuestro universo; seguir explorando pone en serio riesgo la posibilidad de enviarles esta información.

g.- Consideramos inviable el transporte de la especie humana fuera de este universo. Repito, n universos en condiciones aptas a la vida humana son prácticamente nulas.

h. - Hemos consumido la mayor parte de la energía en esta transmisión, que por ello será única y final…

 

Esta parte si la recordaba, pero el Thecnetos recordaba algo más, algo que no vi en ese momento[3]:

 

—Quizás  podamos con la energía de los días que queda volver a Amil-Urep, pero la tropa tiene otra idea —dijo Fratedes avergonzado de proponer una traición.

—De que hablas —dijo respetuoso M, que acababa de trasmitir el informe a Amil-Urep.

—La tripulación quiere usar la energía restante no en volver sino en salir del universo otra vez.

—No hay universos habitables afuera y de hallarlos no volveremos a ver a la humanidad.

—Los hay, aunque son extremadamente raros. Las probabilidades de caer en uno son casi cero, pero no son cero y en Amil-Urep son cero —dijo Fratedes poniendo su gruesa mano sobre el hombro de M, dejándole sentir todo su peso y calor. El contacto físico militar no solo era común, era imprescindible para la cohesión castrense. Quizás una exacerbación morbosa de ese afecto corporal de los guerreros originó la homofília que sustituyó luego a la enfermedad atávica en la prehistoria humana.

—Allí vive lo que amamos — dijo M rosando con un dedo la mano de Fratedes.

—Ahí muere lo que amamos hijo. Y lo que más amamos es la vida. Y no hablo de nuestra vida, que no importa sino la de la especie, la vida de la vida. En otro universo podría continuar a través de nosotros. Si nos quedamos matamos a la humanidad, negándole siquiera una última oportunidad de continuar. 

—Quieres que traicionemos a la humanidad por una chance minúscula de vivir.

—La humanidad nos envió con el fin de salvar a la especie no a la última generación, ya no podemos hacer nada por ella. Ya están muertos.  

—¡No! —dijo débilmente M, pero ya estaba contaminado de esperanza. Y el instinto de conservación de la especie lo dominó empujándolo a la inmolación.

—No seas egoísta. Sé por qué quieres volver. Debes elegir entre tomar este último viaje de esperanza o volver a Amil-Urep a morir con él. Pero se responsable —agregó severo —. Podemos avisar de nuestra deserción antes de partir. Queda energía para mandar 2 palabras.

Es mejor no enrostrarles nuestra esperanza. Solo pido usar esas palabras para un último mensaje personal.

—No te lo negaremos. Tampoco tenemos garantía de vivir, solo una minúscula posibilidad de no morir en la meta-dimencionalidad o en un universo incapaz de soportar la vida, ya hemos visto que prácticamente todos son inhabitables. Pero hay una posibilidad.

M pensó en L, pero después se impuso olvidarlo, anhelando vivir. Honestamente no pensó en la sobrevivencia de la especie o la de la vida sino en la suya. Aunque sonara increíble podría vivir, había una minúscula oportunidad. M mando las 2 palabras y después se quebró en un llanto seco, que se volvió un tierno suspiro.

—Deja todo recuerdo atrás hijo —dijo Fratedes—. De qué sirve amar sin vivir. Entre el amor y la vida es mejor la vida. Sus dos vidas ya se separaron hace mucho, no son uno para el otro, en toda la eternidad de este universo, nacieron para estar separados. Esta tan lejos de ti, como siempre lo estuvo.

M abrazo con fuerza al rudo Fratedes y se entregó a él como un niño. M compungido mojo con saladas lágrimas el vigoroso pecho del viejo militar.

Así L supo, que en ese otro extremo del universo desaparecieron en un infructuoso intento de seguir con vida. Si hubieran tenido un improbable éxito en su remota aventura es algo que no podía saber ni siquiera el Thecnetos, que solo podía ver el pasado de este universo. Solo quedó de ellos un indescifrable mensaje viajando hasta Amil-Urep por el telégrafo cuántico, dos palabras que viajaron por todo ese universo agonizante, pequeñísimas pero indestructibles:

 

T e    a m o

 

En el otro extremo del futuro, L, las releyó, amargo, se desconectó de la máquina rechazándola, el pasado era ese, no podía negarlo más, M lo había abandonado.

En ese momento su viejo enemigo abrió los ojos, dentro de él.



[1] “Pero entonces conoceré plenamente, así como fui conocido”. Primera Epístola del apóstol San Pablo a los Corintios, 13 12.

[2] Textos completamente apócrifos compilados en un texto denominado Thecnetos 1 que yo nunca se pudo encontrar.

[3] El Thecnetos recuerda todo, no solo lo que han percibido los humanos. 

 

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