viernes, 6 de enero de 2023

25 EPISTEMOLOGÍAS ARTIFICIALES: Agujero Negro Artificial

 


Un trillón de años después…

 Los grises burócratas, entre ellos el invisible Farman, trabajan sin descanso. Aunque tenían puestos minúsculos podían ver cara a cara al Thecnetos mientras este se formaba, incluso antes que sus jefes que vivían a gran altura de ellos. Farman notó delante de sus gruesos y primitivos lentes, parchados innumerables veces para seguir funcionando, algo sobre el Thecnetos que lo hizo tiritar. Unos 30 pisos sobre él, dos Thaumasios conversan.

 —Llevamos semanas construyendo el corazón del Thecnetos, sin éxito. Ud. insiste en darle esa rara forma —dijo Orf desde la delicada y traslúcida ingeniería que lo sostenía.

—Tenemos éxito, pero no somos contemporáneos a ese éxito. Parece no funcionar, es normal, pero no es así. El corazón del Thecnetos deberá ser por unos segundos un agujero negro artificial, debe un día atrapar todo el universo material circundante, solo así podrá resistir la expansión ultra-acelerada que desgarrará el espacio-tiempo cuando llegue el fin —dijo Herakón.

—Pero nada puede ser tan fuerte como el desgarramiento espacio-temporal que vendrá.

— Sí. Hay algo, el horizonte de sucesos de un agujero negro.

—¿Pretende meter al Thecnetos en uno? —dijo Orf.

—No, pero crearemos mecánicamente ese horizonte de sucesos en su corazón.

—Pero esto arrojaría ese corazón fuera del tiempo. Es decir, para el interior de un agujero negro, detrás del horizonte de sucesos, todo el tiempo de allá afuera ya paso, solo queda la soledad de su interior. Mucho más allá del futuro… 

—Sí, en la eternidad.

Es decir el Thecnetos estará fuera de este espacio-tiempo realmente.

—De hecho, ya lo está. Es normal. Si llega a ser un dios no será de este mundo. Al nacer debe crear un abismo que se trague al cosmos y luego lo lleve a lo infinito. Será un arrebato. Para nosotros, afuera, dejara de correr el tiempo.

—Tal fuerza no la tienen los agujeros negros naturales, ni los gigantes que hay en los centros de las galaxias —dijo Orf.

—Así es, por eso creamos un mega-agujero negro artificial. Su superficie podrá contener toda la información del mundo, la genética de nuestra raza, toda la información de cada átomo de este universo se grabará ahí. La información quedará en el horizonte, pero esa información se perderá para los de afuera.

O sea nuestro mundo se vaciará de sustancia cuando el Thecnetos se encienda. ¿Cuándo pasará?

—Ya está pasando.

—¿Dónde?

—En el futuro[1].



[1] Algunos eruditos insistieron en que debía traducirse como: “En la eternidad”.

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