sábado, 13 de abril de 2024

87 EPISTEMOLOGÍAS ARTIFICIALES: Que es el Tiempo[1] (fin).

 



Un trillón de trillones de años antes…

 

Así acabo la trans-metacorporación, murió Herakón y lo que una vez se llamó Thecnetos. La humanidad viviría su última vida y con ella acabaría para siempre su legado genético. De hecho, este ya había muerto al prohibirse la reproducción. La última generación, aun sabiéndose final, pensó disfrutar su poco tiempo. Olvidaban que los seres vivos somos máquinas con un fin, y solo tenemos sentido en función del futuro al que nos encontramos dirigidos y en función del cual hemos sido diseñados por el dios. Sin futuro, por ejemplo, no tenía sentido conservar a los niños-juguete, criar es símbolo de trabajar para el futuro. El único sentido de la vida es su futuro. Y ya no había ninguno. Pronto la humanidad descubrió que era incapaz de vivir para y por el presente. Ni siquiera como un simulacro o atavismo, algunos incluso postularon tener hijos propios, es decir reales, pero no había modo natural de reproducción y con las tras-meta-corporaciones murieron las tecnologías artificiales de reproducción. En realidad, descubrieron que la vida ya había muerto hace tiempo. Ellos eran seres abióticos, organismos sí, pero no vida, esa última generación fueron realmente los primeros trans-humanos en abandonar la vida y fueron solo entes conscientes, pero no vivos.

El precio de ser libres de la vida era renunciar a ella. Sabiendo que solo muertos era posible renunciar a la naturaleza orgánica y animal.

Pasados unos pocos días en esa vejez de la última humanidad se arrepintió, al verse frente a la desaparición, de haber dejado morir al Thecnetos. Solo eran seres apuntando al futuro, pero solo el Thecnetos habría podido llegar a él. Llevar al futuro una sombra suya y en esa sombra, todos sus sueños. Pero este ya había muerto junto a Herakón y a L.

El límite entrópico carcomía al universo, la aceleración de este alejaba cada vez más frenéticamente las galaxias una de otras. Los telescopios podían ver el corrimiento al rojo extremo de las galaxias cercanas y las más lejanas habían desaparecido. Estaban más allá de la velocidad de la luz[2].

Del cielo más del 99% de estrellas había desaparecido de la vista. No solo eran zonas más lejanas, ahora estaban a una distancia infinita, la luz que habían emitido y viajaba hasta nosotros deberían ahora recorrer un infinito, y como tal, nunca llegarían. Por primera vez el cielo se fue vaciando de estrellas y de sus imágenes.

En los días después de la caída del Thecnetos y la meta-corporación aún había un cableado de telégrafo cuántico que conectaba instantáneamente las diversas regiones del cosmos. Ya se sabe que el entrelazamiento cuántico vincula una partícula con otra sin importar la distancia entre las dos. Pero ahora el universo se alejaba de sí mismo a tal velocidad que se empezó a romper el cableado del telégrafo cuántico. No importaba las distancias, el telégrafo cuántico podía funcionar instantáneamente. Pero las distancias ahora no eran grandes sino infinitas. Ya no eran distancias de espacio vacío, púes había desaparecido el mismo vacío. Aislados los fragmentos de cosmos se quedaban atrapados entre nadas infinitamente huecas.

El universo que rodeaba a Amil-Urep era cada vez más pequeño y los límites del espacio exterior era cada vez más cercanos, y la nada corría acercándose a gran velocidad sobre el pequeño sistema que aún contenía un centenar de galaxias que cada día eran menos.

       Algunos añoraron que el Thecnetos habría podido dejar una huella siquiera simbólica de la humanidad, una carcasa genética que se salvaría, si no lo hubieran matado. Todos sabían que eran un evento a punto de borrarse, y cercano el fin, anhelaron dejar algo en el mundo, pero ya era imposible.

Las instalaciones de la trans-meta-corporación fueron invadidas por biotecnólogos ambulantes como las del Gnomon. Toda energía remanente se destinaba a la subsistencia de esa precaria y última generación, ruinas y más ruinas cada vez más vacías de gente sustituyeron a la frenética vida de antes. N nunca llegó, n supo de la mentira del mito y de su raza.

       Lo más extraño, matar al Thecnetos implicaba matar la mitad de este libro, la posteridad narrada en “Viajeros de la Eternidad” ya no existiría y debería ser olvidada, o tomada solo como un cuento o mensaje simbólico.

—¿Por qué nunca vino N? ¿no existe? —preguntó n a Elio.

Elio tembló al escuchar mentir a n, había estudiado su molécula germinal una y otra vez y ya no tenía dudas. Lo miró con horror, como a algo realmente monstruoso, incluso algo que debía ser destruido. Desató a su hermano Enio por primera vez. Y permitió que se alejará. Solo ahí habló. 

—N sí existe, pero no es lo que nosotros pensamos, esta carcomido de entropía. Quizá no es la mejor mitad de M y L, sino lo peor de ellos. La debilidad física de uno y la estupidez del otro. Por eso no vino a salvarnos. Vino a acabarnos.

—¿Qué es en realidad la entropía?

—Es un antiguo demonio, verás, mi raza, la de los Thaumasios, tenían antes una vieja religión, con dos 2 dioses que luchaban entre sí, uno finalmente venció, pero debió luchar con ese demonio que llamamos entropía, este tomó en esas épocas forma de otra especie, la mujer.

—¿Qué es eso?

—Otra raza humana, mensajera de entropía. Ya extinta. Tanto ese viejo dios como su primera encarnación demoniaca desaparecieron, las derroto la vieja humanidad, pero la entropía ha tomado muchas otras formas, algunas incluso, conscientes. Y ya ha venido a destruirnos muchas veces. Y espera los últimos días para vencer a la vida, a la que inevitablemente derrotará. El viejo hekantokeinos Herakón solo es, o fue, su sirviente, ese demonio sobrevive a todo y es el modo del universo de matarnos y de matarse.

—Y has descubierto ese mal en mí, por eso me miras así —dijo n casi amenazante.

—Sí, estas lleno de entropía, de error. Pero no es lo que más me asusta, es que debajo hay algo más. Algo que paradójicamente es su antagónico y a pesar de ello, más peligroso.

n supo que su secreto había sido develado. Un día, se partiría en dos y esas mitades lucharían a muerte, como ahora luchaban en su inocente corazón.



[1] Los estudios de la anomalía 234532rwn534k consignaban este evento como prueba de que estos libros no solo corresponden a épocas distintas de un mismo universo sino por lo menos a 2 universos. Así la anomalía 234532rwn534k contendría la huella de otra anomalía. Otros dicen que pertenecen un mismo universo, pero, a más de un destino surgidos de un mismo pasado. Un universo y su arco histórico contendría entonces no solo lo que fue sino todo lo que podría haber sido ese universo, acabando su tiempo, cuando se consumen todas sus posibilidades, solo queda no ser. Otros ven simplemente que la naturaleza apócrifa de los textos es suficiente explicación de su incoherencia.

 

[2] Es decir, habría que viajar más rápido que la luz para poder llegar hasta ellas. La expansión se aceleraba y la velocidad a que se alejaba excedía lo posible.  De modo que el universo alrededor de un punto se hacía cada vez más pequeño.

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