SOLICITUD
DE OFICIO: Los otros universos existen o existieron. Es difícil decirlo, pues
el tiempo empieza y termina en cada uno de ellos. De los otros universos
sabemos que “son” pero no existen en este instante que leemos, no flotan
paralelos al nuestro, ni están en nuestro pasado ni más allá del futuro, los
otros universos están fuera de nuestro tiempo. Pero la cosmo-paleontología
tiene sus técnicas y estudia en el nuestro, huellas de aquellos universos ya
desaparecidos. Estos tres textos[1]son lo
único que queda de un universo que una vez existió y son el eco final de la
vida que contuvo. Pero ese eco pronto se extinguirá. Fueron encontrados en la
anomalía 234532rwn534k[2], los
primeros estudiosos creían que se trataba de anexos descartados de una versión
final, o acaso capítulos apócrifos y perdidos de un documento llamado Thecnetos
y por eso la colección se denominó tempranamente Thecnetos2, híper-thecnetos o
Thecnetos2.
Actualmente hay consenso de que es una colección de textos inconexos entre sí,
pero todos relativos a un mismo tema y dentro del mismo universo, aunque muchos
se revelaron después completamente ajenos e incongruentes con el todo o con el
grupo en el que se compiló[3], solo
la costumbre y su procedencia del mismo universo los mantiene unidos al todo.
También los une su filiación hipotética al misterioso texto denominado
“Thecnetos”, perdido o según algunos expertos, inexistente. Este texto fue
erradamente supuesto por los primeros cosmopalentólogos que estudiaron la
anomalía 234532rwn534k antes de que madurara la disciplina, pero pronto murió
la esperanza de encontrarlo.
Dada la cantidad de tiempo que dicho material lleva almacenado en el
organismo de memorias exo-cosmo-paleontológicas sin dar ningún fruto ni motivar
ninguna investigación productiva, se solicitó su destrucción permanente,
agregándose a la lista de numerosos ingresos estériles a ser borrados.
Esto se motivó también en el hecho de que algunos especialistas han
declarado que tal texto central (Theknetos 1) no existe realmente, de hecho,
todos los estudiosos contemporáneos, incluso los que apoyan, como yo, la
decisión de conservar este compendio, aceptan que, de haber existido este
texto, está perdido del todo y es irrecuperable.
Algunos declaran que es más correcto denominar al compendio Epithecnetos o
Thecnesies II, e incluso simplemente Thecnetos, dado que es el único texto real
que poseemos y que no hay en nuestras manos un tal Thecnetos I. Sin embargo, la
costumbre entre los pocos estudiosos de llamarlo Thecnetos 2 (Thecnetos 2 y 3
en su división ortodoxa/Thecnetos 2 y ∞ en la heterodoxa) ha perdurado y se ha
impuesto, incluso entre los incrédulos de que tal hipotético libro exista.
También se ha señalado, con fuertes argumentos, la falta de unidad de esta
triple colección, tal opinión sugiere el nombre de capítulos apócrifos, pues,
aunque algunos apuntan a la existencia de ese texto central, no creen que estos
textos estén conectados legítimamente a ese o entre sí.
La escuela pragmatista condenó que se usara en textos académicos la palabra
Thecnetos (sin significado) y sugieren que es un signo polisémico o acaso solo
un artefacto de ese remoto exo-lenguaje y que no significaba en realidad nada,
que acaso anotaba algún énfasis o declinación del modo oral de tal lengua, a la
que estos criptogramas aluden nebulosamente y que traducimos a nuestra
semántica.
Como se observará de inmediato, los 3 textos no parecen guardar relación
unos sobre los otros más que nebulosamente. Solo los une la mención permanente del
término “Thecnetos”, palabra que, como muchas otras y como aclaramos antes,
carece de traducción. Hay sí términos comunes, pero acaso significan cosas
distintas dadas las diferentes épocas o lugares a las que corresponden, tampoco
es seguro que cada uno de los tres textos pertenezca a un sola época o lugar.
Disponer del texto original podría ayudar a unir y dar sentido esta colección
de piezas de rompecabezas, piezas que no forman una figura común, sino varias
distintas que serían, estas sí, las piezas abstractas de un mismo rompecabezas
común llamado Thecnetos. Es quizás esta naturaleza quimérica la que explica la
esterilidad de las investigaciones emprendidas.
Aun así, este investigador considera que aún es necesario y justificado la
conservación de estos epigramas en las memorias exo-paleontológicas y pide
suspender su eliminación o que se postergue unas décadas con la condición de
que en dicho plazo haya por fin dado algún fruto a los estudios generales,
investigaciones que acaso resuelvan su confusión y desorden, a veces
abrumadora.
Aunque admito que está perdido su sentido final, como está perdido el
universo del que habla, un universo ya borrado y disuelto, como perdidos están
sus protagonistas desde que su universo murió. Un universo que ya no existe en
ningún lugar.
Alegato
de oficio para los ARCHIVOS DE COSMO—PALENTOLOGÍA #1gd3, ingreso de solicitud
de conservación de la colección de 3 tesis de anomalías cósmicas en el sector
234532rwn534k, proceso para desclasificación de archivos denominados Thecnetos
2 de la lista de textos a eliminar permanentemente.
RESULTADO FINAL DEL PROCESO: Solicitud
rechazada y destrucción del texto en marcha.
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