jueves, 4 de agosto de 2022

0 INTRODUCCIÓN

 



 

SOLICITUD DE OFICIO: Los otros universos existen o existieron. Es difícil decirlo, pues el tiempo empieza y termina en cada uno de ellos. De los otros universos sabemos que “son” pero no existen en este instante que leemos, no flotan paralelos al nuestro, ni están en nuestro pasado ni más allá del futuro, los otros universos están fuera de nuestro tiempo. Pero la cosmo-paleontología tiene sus técnicas y estudia en el nuestro, huellas de aquellos universos ya desaparecidos. Estos tres textos[1]son lo único que queda de un universo que una vez existió y son el eco final de la vida que contuvo. Pero ese eco pronto se extinguirá. Fueron encontrados en la anomalía 234532rwn534k[2], los primeros estudiosos creían que se trataba de anexos descartados de una versión final, o acaso capítulos apócrifos y perdidos de un documento llamado Thecnetos y por eso la colección se denominó tempranamente Thecnetos2, híper-thecnetos o Thecnetos2.

Actualmente hay consenso de que es una colección de textos inconexos entre sí, pero todos relativos a un mismo tema y dentro del mismo universo, aunque muchos se revelaron después completamente ajenos e incongruentes con el todo o con el grupo en el que se compiló[3], solo la costumbre y su procedencia del mismo universo los mantiene unidos al todo. También los une su filiación hipotética al misterioso texto denominado “Thecnetos”, perdido o según algunos expertos, inexistente. Este texto fue erradamente supuesto por los primeros cosmopalentólogos que estudiaron la anomalía 234532rwn534k antes de que madurara la disciplina, pero pronto murió la esperanza de encontrarlo.

Dada la cantidad de tiempo que dicho material lleva almacenado en el organismo de memorias exo-cosmo-paleontológicas sin dar ningún fruto ni motivar ninguna investigación productiva, se solicitó su destrucción permanente, agregándose a la lista de numerosos ingresos estériles a ser borrados.

Esto se motivó también en el hecho de que algunos especialistas han declarado que tal texto central (Theknetos 1) no existe realmente, de hecho, todos los estudiosos contemporáneos, incluso los que apoyan, como yo, la decisión de conservar este compendio, aceptan que, de haber existido este texto, está perdido del todo y es irrecuperable.

Algunos declaran que es más correcto denominar al compendio Epithecnetos o Thecnesies II, e incluso simplemente Thecnetos, dado que es el único texto real que poseemos y que no hay en nuestras manos un tal Thecnetos I. Sin embargo, la costumbre entre los pocos estudiosos de llamarlo Thecnetos 2 (Thecnetos 2 y 3 en su división ortodoxa/Thecnetos 2 y ∞ en la heterodoxa) ha perdurado y se ha impuesto, incluso entre los incrédulos de que tal hipotético libro exista.

También se ha señalado, con fuertes argumentos, la falta de unidad de esta triple colección, tal opinión sugiere el nombre de capítulos apócrifos, pues, aunque algunos apuntan a la existencia de ese texto central, no creen que estos textos estén conectados legítimamente a ese o entre sí.

La escuela pragmatista condenó que se usara en textos académicos la palabra Thecnetos (sin significado) y sugieren que es un signo polisémico o acaso solo un artefacto de ese remoto exo-lenguaje y que no significaba en realidad nada, que acaso anotaba algún énfasis o declinación del modo oral de tal lengua, a la que estos criptogramas aluden nebulosamente y que traducimos a nuestra semántica.

Como se observará de inmediato, los 3 textos no parecen guardar relación unos sobre los otros más que nebulosamente. Solo los une la mención permanente del término “Thecnetos”, palabra que, como muchas otras y como aclaramos antes, carece de traducción. Hay sí términos comunes, pero acaso significan cosas distintas dadas las diferentes épocas o lugares a las que corresponden, tampoco es seguro que cada uno de los tres textos pertenezca a un sola época o lugar. Disponer del texto original podría ayudar a unir y dar sentido esta colección de piezas de rompecabezas, piezas que no forman una figura común, sino varias distintas que serían, estas sí, las piezas abstractas de un mismo rompecabezas común llamado Thecnetos. Es quizás esta naturaleza quimérica la que explica la esterilidad de las investigaciones emprendidas.

Aun así, este investigador considera que aún es necesario y justificado la conservación de estos epigramas en las memorias exo-paleontológicas y pide suspender su eliminación o que se postergue unas décadas con la condición de que en dicho plazo haya por fin dado algún fruto a los estudios generales, investigaciones que acaso resuelvan su confusión y desorden, a veces abrumadora.

Aunque admito que está perdido su sentido final, como está perdido el universo del que habla, un universo ya borrado y disuelto, como perdidos están sus protagonistas desde que su universo murió. Un universo que ya no existe en ningún lugar.

 

Alegato de oficio para los ARCHIVOS DE COSMO—PALENTOLOGÍA #1gd3, ingreso de solicitud de conservación de la colección de 3 tesis de anomalías cósmicas en el sector 234532rwn534k, proceso para desclasificación de archivos denominados Thecnetos 2 de la lista de textos a eliminar permanentemente.

 

 

 

 

RESULTADO FINAL DEL PROCESO: Solicitud rechazada y destrucción del texto en marcha.



[1] A la sazón: La guerra contra los humanos, Epistemologías artificiales y Viajeros de la eternidad.

 

[2] Una anomalía cósmica es la cicatriz en nuestro universo de un lejano roce o choque con otro universo.

 

[3] Señalados en el texto como apócrifos.

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