lunes, 15 de agosto de 2022

11 VIAJEROS DE LA ETERNIDAD: Mechanical Ecology

 



En el último planeta…

 

Si, un día el Thecnetos envió con su Emisario una rara carta y esta me hizo olvidar la contingencia de los días y de mi vida, pero también me hizo olvidar quien era. La esperanza en algo con mucho poder. Como dije, he visto el nacimiento de números seres humanos. Acaso ahora soy yo el nuevo Emisario de este Thecnetos naufragado. Todos mis recuerdos de M son conjeturas presentes, imágenes borradas del Emisario, de cosas que ya no ocurren en ningún lado, quizás la conciencia no sea como pensaba antes algo más allá de la 4ta dimensión, sino, algo sin dimensión. Nada. Si el vacío pudiera estar lleno, lo estaría de ti. Nada es más importante que la nada que dejaste. Cosa rara, descubrí que la nada importa más que el ser.

       El Thecnetos, mítico e infinito se está agusanando, lo puedo sentir. En él, nació un día un guerrero, fuerte y sólido. Cálido y bueno, parió además toda una humanidad, pero ahora el Thecnetos está estéril, y no termina de morirse, pero tampoco está vivo. El atardecer final del cosmos siempre está a mis espaldas; un cosmos que ya no importa. La noche pensaba en ti, tu mirada inocente y tus fuertes formas como las de una ladera rocosa, en tu mirada terrible como esas cordilleras filosas que pelean día y noche con las tormentas, en tus ojos estaba todo el salvajismo y belleza de esas tierras heladas, que ningún hombre recorrió. Pero en ellas, dormido y solo moro ahora, habito esa mirada. Debo decirte quien soy y debes saber quién eres, antes de que seas, como el mundo, un pensamiento desvaneciéndose en este extenso horizonte de olvido, que llamamos último planeta. Morir juntos viendo este infinito atardecer es toda la forma de mi esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario