lunes, 15 de agosto de 2022

12 EPISTEMOLOGÍAS ARTIFICIALES: Todo Sobre n.

 




Un trillón de años antes…

 


Un día más de hambruna y guerra[1]. Hubo ejecuciones colectivas de antiguos funcionarios en el norte de las estaciones antiguas, aunque se rumorea que en realidad era una redada para conseguir combustible para la construcción del Thecnetos. Pestes asolan a la población, confinada a sus supersticiones y confusas costumbres actuales. Una rara economía y sociedad se ha desarrollado para la última generación, tan distinta a la ordenada civilización que antes conquistó el cosmos y ahora muere con él. Yo por mi parte pertenezco una nueva casta surgida estos días. No soy humano, pero tampoco un androide. Soy uno de los niños-juguete. Nacimos casi al mismo tiempo que nació el Thecnetos. Del mismo modo como al inicio del mundo nació la antimateria y la materia, y una se comió a la otra, así nacimos nosotros. Lo más deleznable del cosmos surgió en paralelo al ser más perfecto que existe y al que, aunque nacimos derrotados, hemos jurado destruir o este nos devorará. Mientras, somos entretenimiento o una muleta emocional para gente desesperada. Somos una categoría rara de esclavos, yo por ejemplo sirvo a Ayazx, un monstruo que debo llamar padre, pero podría llamarlo enemigo, mi más perfecto enemigo.

Yo, n, como todos los niños-juguete, como vfogelfit, Elio, Enio o Amaru somos producto de una enclenque industria, una especie de juguetes humanos o personas mascota. La humanidad siempre modificó a los animales o a los androides para que se parecieran lo más posible a sus niños. Pero ya no hay niños de verdad, están prohibidos, por eso somos despectivamente llamados golem. Esos linajes de animales fueron modificados genéticamente de antiguo, generación tras generación para parecerse a la cría del Homo sapiens thecnesies. En nosotros el parecido es completo, pues somos hechos del mismo genoma humano. Cuando fue abolida la reproducción por la nueva trans-meta-corporación, la última humanidad exigió mascotas casi humanas. Los niños estaban prohibidos y nadie sabía cómo hacerlos en un mundo solo de hombres. Con la meta-corporación murió el poder de dar vida. Dada esa demanda del mercado las industrias que fabricaban mascotas compraron a la meta-corporación todos los embriones congelados que guardaban y de ellos nos hicieron. Pero solo los más deteriorados, los casi no humanos. Hay un mínimo de anti-entropía en un ser para que sea considerado vida, cuando la entropía, que otros llaman fealdad, carcome y conforma a un organismo ya no se le considera vida, solo una cosa. Nosotros estamos al borde y no por eso no podemos madurar. Eso fue terminantemente prohibido por Herakón. Por ello la meta-filosofía no nos considera personas, a lo más una categoría de seres inacabados. Humanos en potencia, nunca en acto, por lo tanto y dado nuestro incompleto desarrollo, no somos verdaderamente gente.

Con los años, como sucede con todas las mascotas, nuestros amos se aburren de nosotros, pasamos a ser simples esclavos o somos vendidos a otras parejas de eromenois, la mayoría hemos tenido ya muchos padres que, al poseernos, notan pronto que no éramos eso que deseaban, eso que desea toda vida; una copia de sí misma. Descubren que somos un embuste comercial, una estafa, una muleta necesaria pero odiosa. Los niños de verdad prometían eternidad a los mortales, los prostéticos no. Por eso, pronto nos aborrecen, pero mi padre no lo hizo. Desearía aburrirlo, ya no sueño con que un día me quiera. Algunos niños-juguete son simplemente liberados a su suerte que significa casi siempre la mendicidad o la tragedia. 

Algunos forman colonias o pandillas de niños cimarrones. La policía de la tras-meta-corporación los elimina eventualmente. Me siento hermano con todos ellos.

Pero hay algo que los humanos no saben de nosotros. Y que ocultamos a la perfección. Hay el rumor de que uno de nosotros alcanzo la madurez y nos liberará. Como todo esclavo aprendemos pronto a mentir, a ser ocultar en secreto y es fácil guardar secretos en este mundo de caos. Hay una muda complicidad entre nosotros. Sueños comunes a espaldas de nuestros amos humanos. Sé que en algunos sitios se reúnen niños-juguete, libres y esclavos. Yo no lo puedo afirmar, mi padre es severo y minucioso. Pero comparto con ellos la fe de “N”. Todos nos adherimos en secreto a esa religión. La religión de N. ¿De dónde surgió esta secta, una de las miles que enredan y enferman a la humanidad? La respuesta causal es de la desesperanza, de los anhelos vacíos del hombre. La respuesta factual nadie la sabe. Pero hay un mito que ofrece una explicación a su origen. Pero como todo mito está en términos poco realistas: se rumorea que el creador del Thecnetos dejo un embrión suyo, un ser más perfecto que él mismo y que el mítico Herakón, soberano absoluto o esclavo absoluto de esta última humanidad. Como todos, fue accidentalmente destinado a ser niño-juguete, el mito dice que él sí es capaz de madurar, y que le basta esa condición para ser un dios. Y como estos, es invisible. Dicen que anda en secreto por las estaciones y los planetas artificiales. También se dice que ha huido lejos del control de la trans-meta-corporación. Todos nos consideramos sus hermanos y hemos jurado servirle, incluso con la vida. Y también prometimos destruir al Thecnetos que es su enemigo. Desde nuestra pequeñez soñamos enfrentar a la humanidad, aunque no esperamos vencerla. El único afecto real que tengo, aunque estoy forzado a fingirlo con todos, es hacia N, N es amado por todos, y aunque no lo conocemos, lo esperamos. Por ello elegí para mí el nombre de “n” como muchos hacen, pues ese dios heroico y secreto es de algún modo todos nosotros, aunque seamos solo remedos mortales de su perfección divina y legendaria.

       Otros, una vez que consiguen su libertad lo buscan, pero corta es la vida de los niños-juguete una vez libres…

Llega Ayazx, mi terrible padre, sé que un día me destruirá, por eso no me deja libre, debo callar.



[1] A pesar de la comunidad inter-universal, la tras-meta-corporación se derrumba. Los humanos no quieren sacrificarse a la vida humana hipotética en una máquina y luchan contra el proyecto Thecnetos. Cayeron algunos poderosos zombis Heakantokeinos y la trans-meta-corporación se volvió lejana, pronto germinaron las revueltas, ahora es una corporación clandestina, según algunos, inexistente. La población había decidido vivir su última vida, no puede haber otra, pero un simulacro de continuidad era necesario, así nacieron las pobres instalaciones de la fábrica de niños montadas sobre los antiguos centros de androgénesis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario