13,8 billones de años después del inicio del
universo…
eracom se sentó en cualquier
parte, no sentía tristeza sentía una especie de horror, tiritó con fuerza, pero
no de frío sino de desesperación nerviosa. Pocos miedos humanos como el de la
muerte, pero hay peores, la biología nos obliga a perder la vida por amor, si
solo con esto sobrevive el dios. Fracasar equivale a perderse, a haber nacido
infructuosamente, y la biología, no permite que el dios, se pierda en un ser
estéril. Por ello el dios o la vida, torturó a eracom insoportablemente para que estar sin Eme fuera peor que estar con él. Un dolor semejante solo no nos
mata para que podamos volver a intentarlo.
Así
empezaba la batalla del dios contra esos ateos que eran la secta de la memoria.
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